El día elegido para la boda podría coincidir con la onomástica de Pelayo
En menos de 24 horas, Letizia Ortiz pasó de ser la presentadora del telediario de la noche a la prometida de Su Alteza Real el Príncipe de Asturias. Y en menos horas aún tuvo que dejar su apartamento madrileño en Valdebernardo para trasladarse al pabellón de invitados del Palacio de La Zarzuela.

La decisión de anticipar el anuncio oficial del compromiso matrimonial para evitar que los rumores se dispararan obligó a precipitar todo, sin dejar tiempo para ninguna preparación.

Sin embargo, doña Letizia dispone ahora de un tiempo precioso, hasta la boda, para aprender a desenvolverse como futura Princesa de Asturias. Serán algo más de seis meses de poca actividad pública, pero intenso aprendizaje, en los que se instruirá sobre todo aquello que la esposa del Heredero de la Corona debe dominar.

Y para ello contará, como ella misma ha anunciado, «con el cariño de los Reyes» y, sobre todo, «el ejemplo impagable de la Reina». Pero, además de las numerosas cuestiones en la que doña Sofía le asesorará, la prometida del Príncipe de Asturias deberá conocer a fondo otros asuntos, como por ejemplo la Historia de la Familia Real, el árbol genealógico de su futuro esposo o quién es quién en las demás Familias Reales reinantes.

En principio, no está previsto que doña Letizia reciba cursos de protocolo ni ningún tipo de instrucción, salvo que ella lo solicite, aunque siempre contará con el apoyo de la Casa del Rey y de la Secretaría del Príncipe. La idea, según ha podido saber este periódico, es que vaya aprendiendo poco a poco y de forma natural estas cuestiones relativas al protocolo, como por ejemplo, la tradicional reverencia ante Sus Majestades los Reyes, que las Infantas Elena y Cristina realizan siempre que saludan a sus padres.

Dos saludos en privado

Hasta ahora, Letizia Ortiz no ha tenido que realizar nunca en público esta reverencia porque en las dos ocasiones en las que ha coincidido con los Reyes ante la prensa ha sido siempre después de que se hubieran saludado en privado.

Igualmente, el protocolo y los usos y costumbres de Palacio establecen otras normas, como no dirigirse a los Reyes salvo que ellos lo hagan primero o no abandonar un acto antes que ellos, modos que muchos españoles desconocen, pero que la prometida del Príncipe de Asturias no podrá ignorar.

Por otra parte, Letizia va a aprovechar este tiempo para conocer personalmente a la gran familia del Rey, aunque algunos de los miembros más próximos ya asistieron al almuerzo de la petición de mano. Además, está previsto que su asistencia a actos oficiales sea, en principio, excepcional. Lo cierto es que, en la semana posterior al anuncio oficial del compromiso, Letizia compareció dos veces ante la prensa (el lunes, en la residencia de don Felipe, y el jueves en la petición de mano) y una vez ante el público (en el concierto celebrado el lunes en el Teatro Real).

Lectura y obras

Otra de las cuestiones a las que se está dedicando estos días la prometida de don Felipe es a leer con mucho interés todo lo que la prensa ha publicado sobre ella y a sacar sus propias conclusiones. Asimismo, Letizia tendrá que supervisar las posibles reformas que haya que efectuar en el Pabellón del Príncipe de Asturias y que, a partir de la próxima primavera, se convertirá en su residencia.

Pese a que ya es oficial el anuncio del compromiso, la intención de don Felipe y su prometida es continuar saliendo con la misma discreción con que la que venían haciendo hasta la pasada semana, aunque a partir de ahora es posible que puedan ampliar su círculo de amistades.